viernes, 13 de abril de 2012

Extraños en un tren


“Extraños en un tren” (1951)

Sinopsis: Un tenista llamado Guy Haines (Farley Granger) y Bruno Anthony (Robert Walker), un caprichoso heredero, se conocen casualmente en un tren con destino a Long Island. Después de mantener una breve conversación, el adinerado psicópata le propondrá un maquiavélico plan: un intercambio de crímenes, él acabará con la libertina mujer del deportista para que al final éste pueda conseguir su divorcio y el tenista asesinará a su padre al que odia profundamente.
Obra maestra del extraordinario Alfred Hitchcock en la cual el genial director aborda dos de sus frecuentes temas: el estudio de la parte maligna del ciudadano modelo y la figura del posible falso culpable. Basado en una novela de Patricia Highsmith y contado entre los guionistas con Raymond Chandler, Hitchcock construye con su habitual precisión narrativa una verdadera joya del cine, con un espectacular trabajo de dirección del maestro con su habitual énfasis de los pequeños detalles que atrapen e ilustren al espectador en la intriga contemplada en situaciones inolvidables. (elcriticon)





Entre ellas el primer montaje que muestra el avance de los pies de los dos protagonistas hasta el encuentro dentro del tren, el magistral plano del estrangulamiento visto a través del reflejo en las gafas de la víctima, la curiosa toma de un partido de tenis en el que todo el mundo sigue el vaivén de la pelota mientras Robert Walker (interpretando magníficamente a un complejo personaje con claras connotaciones homosexuales), que se halla entre el público, clava fijamente su mirada en un aturdido Farley Granger, por no hablar de la pelea final de los protagonistas encima de un descontrolado carrusel. (elcriticon)
Con su majestuosa capacidad para conseguir un inquietante climax de suspense y un estupendo trabajo fotográfico de Robert Burks, Hitch, que reservó para su hija Patricia un importante papel secundario (la cual por cierto no lo hace nada mal), logra con este título una de sus mejores y menos conocidas obras, una obra perfecta. (elcriticon)









Para comenzar el análisis espacial en el filme, se debe entender cómo funciona el espacio en si. Como todos los mundos, también el de la pantalla está dotado de un espacio y de un tiempo, o mejor, de dimensión espacio-temporal orgánica y unitaria, que define caracteres y los coordina. Ahora bien, la misma presencia de este cronotopo unifica los niveles de la representación, pues la “permanencia” de un espacio-tiempo constituye el elemento conectivo entre ellos. Pero a la vez, la progresiva “elaboración” de este mismo espacio-tiempo, con casos de refuerzo, distorsión, etc., subraya el paso de un nivel a otro (ese “mismo mundo” es objeto de un tratamiento distinto según los distintos niveles: la puesta en cuadro puede trastornar la coordinación de la puesta en escena y, del mismo modo, la puesta en serie puede instaurar referencias propias, ya sean parciales o temporales). (Casetti y Di Chio, 2007)

La primera toma de la cinta nos señala el eje principal de la cinta, se ven pies, de distintas personas claramente. Un par de pies avanza hacia la izquierda, el siguiente par de pies avanza hacia la derecha, apreciamos luego las líneas férreas que se cruzan y al mismo tiempo son cubiertas por una sombra, la cuál es causada por el tren que las cruza hasta el momento de su separación. Hitchcock siempre utilizaba la convención de que el lado izquierdo fuera para personajes malvados y débiles, mientras que la derecha quedaba para personajes que son buenos o momentáneamente dominantes. (Ebert,)
Se puede tomar como una pista que nos da el director, advirtiéndonos que ese par de personas llegaran a conocerse, si es de manera voluntaria o involuntaria todavía no lo sabemos; pero si notan en el video poco a poco ese cruce de líneas, cruce de vidas; comienza a verse opacado por la sombra de lo que acontece en ese momento, el tren. Lo cual representará el misterio que tocará sus vidas hasta el momento de su separación, el momento de su unión, traerá consigo cambios para ambos.



Un detalle excelente en la película es como se observa el crimen, todos los detalles antes del acto nos presagian una tragedia. Primero la manera en que Bruno (Robert Walker) siempre se mantiene centrado en su misión, aunque los diferentes factores ambientales sean una fuerte distracción. Ejemplo de ello tenemos la persecución de Myriam por todo el carnaval, rodeado de juegos, luces y personas; Bruno mantenía su atención en ella, al ver como ella se iba a una pequeña isla con sus amigos, aprovecha la oportunidad y emprende la causa.
Otro momento que nos indica lo crucial del asunto, se da durante un juego de tennis. Toda la multitud sigue fijamente la bola durante el juego, excepto el señor Bruno el cuál; de nuevo está en busca de Guy.



Bibliografía

Casetti, F. Di Chio, F. (2007). Cómo analizar un film. España: Editorial Paidós.

Ebert, R. (2006). Las grandes películas 2. España: Ediciones Robinbook.

Extraños en un tren (1951) de Alfred Hitchcock. Recuperado 11, abril del 2012. http://www.alohacriticon.com/elcriticon/article681.html.

No hay comentarios:

Publicar un comentario